A principios de octubre, después de una temporada de verano en general exitosa y con el verano en el punto de vista meteorológico, las perspectivas eran favorables para las vacaciones de Todos los Santos.
Desgraciadamente, desde mediados de octubre el terrible tiempo ha jugado un papel de aguafiestas, sobre todo porque las reservas de última hora son decisivas.
No en vano, la asistencia a estas fiestas de Todos los Santos sólo recoge un 46% de opiniones positivas entre los profesionales.