El Ciron es un pequeño río tranquilo que nace en el norte de las Landas y recorre cien kilómetros antes de desembocar en el Garona.
Marcado por una herencia castral extraordinaria, el Ciron es apodado "el río de los castillos".
Aguas frías, aguas cálidas: el Ciron desemboca en el Garona y cada mañana de otoño la niebla se levanta en el valle, invade el viñedo y moja las uvas maduras. Por la tarde el sol los seca. De esta alternancia mecánica nace el milagro de la podredumbre noble, que dota a nuestros vinos de concentración y abundancia aromática.
Para los amantes del senderismo, muchos paseos se articulan alrededor del río Ciron. Para un paseo más tranquilo, el Belvédère du Ciron es un sendero interpretativo que ofrece una magnífica vista del río.