Bouliac, a una altitud de 76 metros, ofrece un panorama extraordinario sobre Burdeos y su metrópoli. El pueblo es antiguo, ya que en él se han avistado restos galorromanos y merovingios. Con su entorno preservado, ha conservado un fuerte carácter gracias a su patrimonio que ahora se destaca. La iglesia de Saint-Siméon, construida en el siglo XII, destaca por su decoración esculpida románica que se encuentra en el interior del ábside y en el portal con sus hermosos arcos. La iglesia fue fortificada durante la Guerra de los Cien Años. Bouliac también tiene casas elegantes y antiguas, entre las que se encuentran la finca Monjouan (siglos XVIII y XIX), el castillo de Vialle (siglo XVIII) y la finca Luber-Chaperon con su cartuja del siglo XVIII. El Hôtel Saint-James, con una estética que recuerda a los graneros de tabaco de antaño, es obra del arquitecto Jean Nouvel.
2