Aislada en lo más profundo del bosque y dominando un meandro del Leyre, la iglesia del Vieux Lugo (Monumento Histórico 1957) fue una importante escala para los peregrinos a Santiago de Compostela. La ermita es el único vestigio de la antigua parroquia, abandonada en 1849. La tradición oral conserva el recuerdo de que estuvo dedicada a Nuestra Señora y sigue siendo hoy objeto de una romería en septiembre. Está formada por un ábside semicircular con bóveda de horno y una sola nave, rematada al oeste por una imponente torre. Se añadió un anexo a finales de la Edad Media, al sureste del edificio. Todo el edificio fue construido con una piedra local de color marrón rojizo, formada en la arena de las Landas, que se llama "garluche". Destacables frescos (alrededor de 1500) fueron descubiertos en 1955. Adornan parte de los muros de la cabecera, de la nave e ilustran la romería compostelana.
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