La biodiversidad del Valle de Leyre
Bosque de galería Hasta la década de 1960, el Leyre estaba bordeado en gran parte por prados. Abandonados por una agricultura más moderna, estos se han convertido en un bosque caducifolio, llamado bosque de galería. Este túnel vegetal forma un bosque de transición entre el río por un lado y el pinar marítimo cultivado o zonas agrícolas por el otro. Estrecho aguas arriba por el atrincheramiento del río, se ensancha hasta un kilómetro en la parte media del valle. Parte de la vida del río, el bosque amortigua las inundaciones y limita el transporte de materia en suspensión. Participa en el mantenimiento de las márgenes del cauce gracias al sistema radicular de su vegetación Especies vegetales Este bosque está formado principalmente por encinas, alisos, sauces, etc. Su microclima fresco y su suave luminosidad favorecen la aparición de una rica y muchas veces original flora compuesta por nenúfares, ranúnculos de agua, o especies más raras como el helecho real o la drosera de hoja redonda. Especies animales Desde su aparición, este bosque caducifolio ha también se convierten en hábitat de numerosas especies, algunas de ellas en peligro de extinción, como la nutria europea, el visón europeo, el galápago de estanque, la jineta o los murciélagos, que encuentran alimento variado y un corredor por el que moverse. En medio del río, el agua es clara y poco profunda y predomina la arena. Es aquí donde se aloja la platija, discreta por su mimetismo, y donde nacen las larvas de las lampreas. En los bordes, donde las aguas son más turbias, hay herbazales acuáticos y ramas de árboles entrelazadas, escondites ideales para muchas especies de peces, como lucios, gobios, daces, pececillos o anguilas.